Quizá aún no conozcas el Pebble. No tiene amplios canales de distribución, ni se anuncia en TV, ni a lo largo y ancho de internet. Puede que no sepas que, hace tres años, supuso una revolución en Kickstarter, la mayor plataforma de crowdfunding mundial, y que ha vuelto a romper todos los esquemas. Pebble: el gadget que revoluciona (de nuevo) Kickstarter
Así que, por si acaso no lo conoces, empecemos haciendo un poco de historia.
A principios de 2012, los smartwatch (relojes inteligentes) aún no se habían integrado como gadget de uso común en nuestras vidas; eran, más bien, “tecnología del futuro”: llegarían más temprano que tarde, pero por el momento solo podíamos verlos en las películas. Años antes, se habían dado algunos tímidos (e ingenuos) intentos de desarrollo de prototipos, pero no fue hasta Abril de 2012 cuando Sony abrió la veda con su primer reloj inteligente. En ese mismo mes, Pebble lanzó su propuesta de financiación a través de Kickstarter.
El prototipo se basaba en un concepto de Eric Migicovsky: un reloj personalizable, con pantalla de tinta electrónica en blanco y negro, que podía mostrar notificaciones y mensajes conectándose a dispositivos Android e interactuar con diversas aplicaciones.
El precio era, sin duda, uno de los grandes atractivos de la campaña en Kickstarter: por solo 115 dólares (99 para los 200 primeros compradores) era posible adquirir uno de los primeros smartwatch, cuyo precio de venta al público posterior sería de 150 dólares.
El objetivo inicial de financiación que la empresa planteó para iniciar la producción del primer Pebble era de 100.000 dólares. En tan solo dos horas, ya se había alcanzado el 100% del total solicitado y, en seis días, Pebble ya era el proyecto con mayor financiación conseguida en la historia de Kickstarter hasta la fecha, habiendo recaudado más de 4,7 millones de dólares. Una semana antes del cierre, la empresa anunció que, debido a la altísima (e inesperada) demanda recibida, se limitaba el número de unidades en preventa. Al cumplirse el plazo fijado en Kickstarter, casi 70.000 personas habían apoyado la campaña de financiación, aportando en total la increíble cantidad de más de 10 millones de dólares.
Los primeros Pebble se enviaron a principios de 2013, y en algo menos de dos años ya se habían vendido un millón de unidades.
Con estas estadísticas, está claro que la llegada de Pebble fue una auténtica revolución. La idea inicial, además de brillante, había podido desarrollarse tal y como esperaban, y lejos de morir de éxito o quedar aplastada bajo la apariencia grandilocuente de los nuevos dispositivos de grandes compañías, la empresa se decidió, a principios de año, a lanzar su segundo modelo, completamente revisado tanto en apariencia como en hardware y sistema operativo: el Pebble Time.
Aunque Pebble, a día de hoy, ya está firmemente establecida como empresa y marca, sigue siendo pequeña en comparación con los gigantes tecnológicos, así que han optado por volver a Kickstarter para financiar la producción del nuevo modelo apelando, directamente, al corazón de sus seguidores:
“Estamos de vuelta.
Aquí es donde todo empezó. Hace tres años, nos ayudasteis a hacer realidad nuestra idea y crear el primer reloj realmente inteligente del mundo. La comunidad de Kickstarter creyó en nosotros cuando nadie más sabía que existíamos. (…) Nos sorprendisteis con vuestro apoyo, y entre todos creamos un movimiento mundial.”
Y aquí empieza el segundo round de David contra Goliat; si el primer Pebble batió todos los récords, el nuevo modelo, literalmente, los pulverizó.
El 24 de Febrero, a las 9:44 de la mañana, hora estadounidense, arranca la campaña en Kickstarter; el precio por unidad es de 159 dólares para los primeros compradores. Veamos una breve cronología de las primeras horas de la campaña de Pebble Time:
- A las 10, los medios se hacen eco de la noticia.
- A las 10:17, en poco más de 30 minutos desde el arranque, el proyecto ya cuenta con el objetivo inicial de financiación (500.000 dólares).
- A las 10:32 se alcanza el hito de 1 millón de dólares (batiendo récord al proyecto que menos tiempo ha tardado en llegar al millón).
- A las 10:33, El CEO de Pebble, Eric Migicovsky, pide disculpas a través de Twitter por haber “roto”, literalmente, Kickstarter; la inmensa cantidad de transacciones y visitas simultáneas al proyecto de Pebble Time ha causado ralentización y fallos en la plataforma.
- A las 2:26 de la tarde, en menos de cinco horas desde su inicio, la financiación de Pebble Time supera ya los 5 millones de dólares (Otro récord; Coolest Cooler, el último proyecto en alcanzar dicha cantidad, tardó más de una semana en alcanzar ese hito).
- A las siete horas del arranque, el equipo de Pebble actualiza por primera vez la página del proyecto:
“Empezamos hace solo siete horas, y aquí, en el cuartel general de Pebble, estamos absolutamente impactados con el entusiasmo que habéis mostrado. Esperábamos que os gustara lo que hemos estado desarrollando… pero es algo que uno no sabe con certeza hasta que sale a la calle. La buena noticia es que nos lo habéis dejado claro, cristalino. Y os lo agradecemos inmensamente.”
Un mes después de esta frenética cronología, la campaña de financiación de Pebble Time se cierra con aún más éxito que la anterior: la recaudación total es de más de 20 millones de dólares.
¿Cuál es la clave del éxito de Pebble? ¿Qué tiene el nuevo Time para haber conseguido recaudar esta asombrosa cifra?
Si tenemos en cuenta lo cuantificable, los datos en frío, el Pebble Time ofrece, básicamente, simplicidad y utilidad a muy buen precio, e incluye unas cuantas características atrayentes: una nueva pantalla de tinta electrónica en color con retroiluminación LED, 7 días de batería (¿has oído eso, Apple?), micrófono incorporado (no es posible mantener conversaciones telefónicas, pero se pueden enviar mensajes de voz y recordatorios), botones táctiles, alarma por vibración, resistencia al agua y retrocompatibilidad con las más de 6500 apps y watchfaces disponibles para el primer Pebble. Todo esto sumado a un nuevo sistema operativo con un diseño realmente inteligente; en vez de mostrar un menú con apps, el reloj gestiona toda la información mediante un timeline, una línea temporal que nos muestra pasado, presente y futuro.
Puede que todas estas características, de un vistazo, nos llamen la atención, pero quizá no tanto como para comprender la locura que desata Pebble en todo el mundo.
Es porque aún no hemos hablado de su punto fuerte, el que hace que los fans de la marca entreguen su dinero, prácticamente a ciegas, para la financiación del último modelo; lo que hace de Pebble algo grande es su comunidad, en el sentido más amplio de la palabra.
La constante creación de nuevas utilidades es una de las piedras angulares: la comunidad de desarrolladores, apoyada e impulsada por la propia compañía gracias a la liberación de herramientas y SDK, cuenta con más de 18.000 personas que han desarrollado, hasta la fecha, más de 6500 apps y watchfaces, tanto gratuitos como de pago. En Pebble saben de sobra el valor añadido del desarrollo comunitario, así que Pebble Time viene acompañado, desde el principio, de una sustancial mejora en las herramientas; desde la empresa se dan todas las facilidades posibles para que la comunidad de desarrolladores siga comprometida con el proyecto, haciendo del pequeño Pebble su parque de juegos particular. Una de las actualizaciones de Pebble Time, de hecho, ha supuesto una pequeña revolución para los desarrolladores: el anuncio de un sistema de “correas inteligentes”, con el SDK a disposición de la comunidad, para poder añadir características extra a Pebble: en el interior de la correa, conectada a la base del reloj, será posible incluir chips NFC, GPS, monitores cardíacos, sensores… las posibilidades son casi infinitas.
Además, Pebble no se ha dejado llevar por la corriente en todo este tiempo, y no quiere perder su carácter de empresa pequeña, cercana, preocupada por sus usuarios. Es una compañía con el carácter y la frescura de una startup y, a la vez, con el perfeccionismo y buen hacer de los más grandes. En sus propias palabras, “Crear un carísimo reloj-trofeo no estaba en nuestra lista de cosas por hacer. Pebble es un reloj para gente real, hecho por gente real.”
Y puede que por eso mismo hayan ganado la partida: mientras otros intentan deslumbrar, vaciando nuestras carteras con la excusa de un nombre o un icono, en Pebble se enorgullecen de haber desarrollado un producto real, útil, bueno y barato, y de haberlo hecho, dos veces ya, gracias al apoyo de la gente.
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