La realidad virtual ya no es cosa del futuro. Es la tendencia del 2016. Durante muchos años, multitud de equipos de desarrollo han experimentado con la posibilidad de introducirnos en una realidad paralela en la que los elementos tridimensionales parecen cobrar vida. Una realidad que se idefine como «aumentada» pues en un entorno ficticio, nuestras acciones se verían dirigidas por el movimiento de nuestra cabeza o de nuestras manos haciendo uso de diferentes dispositivos, siendo capaz de, incluso, engañar a nuestro cerebro debido al nivel de inmersión.
Son muchos los factores que juegan en el campo de la realidad virtual, ya que si la imagen no es clara y creíble, los movimientos no se reconocen con fluidez o el sonido no se situa en el lugar de donde proviene, la inmersión y la sensación de «estar allí» desaparece por completo. Es por eso que, ahora que una amplia gama de dispositivos nos permite coquetear con diferentes aspectos de la realidad virtual. Empiezan a emerger distintos añadidos que completan la experiencia y nos abran nuevas puertas a hobbies que llevaban años si reinventarse como en el caso del vídeo.
Ahora, haciendo uso de una cámara 360°, podremos inmortalizar todo lo que ocurre a nuestro alrededor sin perder ni un solo detalle gracias a una lente ultra angular que nos permite captar una visión plana de 180 grados de forma esférica desde el sensor. Lo que se traduce a, grabar videos en los que aparezca tanto el que está delante de la cámara, como el que está detrás, incluido el techo y los alrededores.
¿Y que ocurre cuando grabamos un vídeo 360°? ¿Cómo podemos ver este tipo de grabaciones? Aquí es donde intervienen las gafas de realidad virtual. En el caso de las gafas en las que podemos insertar nuestro dispositivo móvil, al utilizar un smartphone que posea giroscopio, podremos reproducir el vídeo en éste, y con la ayuda de las gafas, hacer que, allí donde apuntemos nuestra mirada, será a donde nos dirijamos en ese entorno virtual.
Es cierto que todo esto puede sonar a tecnología futurista, pero nada como probar uno de estos artilugios para descubrir que la realidad virtual y los vídeos en 360 grados es algo que podemos disfrutar desde ya. Hay numerosas marcas que fabrican gafas de realidad virtual y cámaras 360°, pero si quieres introducirte en el mundillo y te interesa experimentar con una opción apta para todos los bolsillos, te recomendamos este kit de cámara + gafas VR que cuesta unos 100 euros.
No es tan caro poder llegar a grabar vídeos en 360 grados o ver películas como si estuvieras en un cine usando tu smartphone, unas gafas y una cámara.
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