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Las redes sociales sin duda son ya la gasolina que mueve a la industria de la moda.
Del 25 al 29 de enero, la capital madrileña ha sido un foco permanente de interés para las grandes marcas de moda gracias a la celebración de la Mercedes-Benz Fashion Week. Por eso, desde Adglow, una de las principales multinacionales españolas especializada en tecnología y comercialización publicitaria en redes sociales, han querido analizar el impacto de las nuevas herramientas tecnológicas y redes sociales en el mundo más chic.
Estas plataformas se han convertido en el aliado perfecto para los eventos de moda: un espacio donde las marcas pueden conectar con una audiencia afín a sus intereses. Plataformas como Facebook e Instagram se han consolidado como dos de los pilares de la comunicación para las marcas de moda.
Un ejemplo de cómo benefician las RR.SS. a este sector es la campaña llevada a cabo por Adglow para Giorgio Armani: a través de la creación de un proyecto cinematográfico y las innovadoras herramientas de Facebook Messenger como los chatbots. Lograron alcanzar los 25 millones de impresiones además de conectar a 75 mil usuarios de usuarios con el Bot de Armani interesados en participar y seguir el South by Southwest Conference & Festival de Austin, Texas. Estudiantes de cine de todo el mundo crearon cortometrajes en base al concepto creado por Giorgio Armani para la promoción de su colección de gafas: Frames of life.
Un proyecto que, además de mejorar el reconocimiento de marca, les permitió presentar su última colección de gafas de una forma original, iniciando más de 7.900 conversaciones, superando más de 10.800 respuestas en Messenger y logrando un reach final de 4.900 millones de usuarios, todos ellos apasionados de la moda, la tecnología, la música y la cultura.
En estos últimos 20 años, con firmas fashion como Mango o Inditex bajo la marca España, nuestro país se ha convertido en un referente de moda rápida (consumida en redes sociales) en potencia, así como en un gran referente internacional. Ese entusiasmo por lo digital se ve reflejado en el número de campañas en redes sociales que realizan las marcas de moda al año, superando un total de 850, según datos propios de Adglow. Así como en el crecimiento de la inversión publicitaria entre 2016 y 2018 de un 14%.
En comparación con el resto de sectores, la inversión publicitaria destinada al sector de la moda destaca por encima de las aerolíneas y entidades financieras aunque todavía queda por debajo de sectores que invierten aún más como el automovilístico, alimentación o las marcas de belleza. En cuanto a las plataformas preferidas para promocionar sus productos, sin duda reinan Instagram, Facebook y Pinterest. Esta última destaca porque el 75% de sus contenidos está subido por marcas, frente el 25% que proviene de usuarios individuales, según datos propios de la compañía. Los formatos publicitarios más recurrentes por las marcas de moda en estas plataformas son el vídeo y aquellos que dirigen a los usuarios directamente a la web de compra del articulo anunciado.
El presente del e-shopping
Con el crecimiento y la aparición de nuevos canales digitales, es imprescindible una estrategia que refuerce las ventas online. Las propias plataformas sociales ofrecen a los usuarios un escaparate digital para explorar nuevos productos. Un ejemplo de evolución y adaptación es el de Instagram con su herramienta Shopping, a través del cual los seguidores de la marca pueden tener un acceso sencillo a los precios y detalles de un producto específico para comprarlo directamente en la web de la marca y en ocasiones sin tener que salir de la propia aplicación.
Otra gran oportunidad para las marcas de moda son las stores ofrecidas por Amazon, una experiencia de compra inmersiva de varias páginas en Amazon que permiten exhibir una marca y sus productos.
Las redes sociales sin duda son ya la gasolina que mueve a la industria de la moda en estos canales que continúan evolucionando a un ritmo muy acelerado. Cada vez más aparecen nuevas formas para que las marcas conecten con sus consumidores en un sector donde la forma de comprar se ha transformado del todo.
