Mira tú por dónde, cuando últimamente no hacemos más que leer atrasos de videojuegos a los que mandan de un puntapié hasta la primavera que viene, nos encontramos de bruces y casi sin previo aviso con un viejo conocido que vuelve a alegrarnos el día. Y es que la línea Classics de Xbox 360 nos da la oportunidad de volver a disfrutar de «Cars 2», el dicharachero juego basada en la aún última película de Pixar y donde se fusionan felizmente carreras con espionaje. Chasis y motor del juego original se mantienen y respetan a rajatabla, con sus diversos modos de juego (carrera, batalla, cazador, ataque, superviviencia, estadio, interruptor y pelotón), que nos ofrecen la posibilidad de seguir una historia de Rayo y Mate infiltrándose en las catacumbas siniestras de C.H.R.O.M.E. para desmantelar su maquiavélico plan de jubilación para las tartanas, o sencillamente apretar el acelerador en el puñado de carreras por todo el mundo que tendremos al alcance de la guantera.
Todo, con los estupendos personajes de la peli (que, ni de lejos, es tan mediocre como algunos esaboríos apuntaron en su día), más una buena cantidad de extras desbloqueables y otro bólidos en el banquillo. Un intachable apartado gráfico, una generosa dosis de emoción en las pistas (esto no es «Midnight Club», sobra decir) y muchos guiños y codazos cómplices plagados de humor le ponen nota a una fetén resurreción (con precio reducido, lógicamente), a la espera del juego de «Brave», lo nuevo de Pixar para este año. Lo dicho, aúpa el Rayo (McQueen y el de Vallecas, claro).