Vamos allá con la segunda entrega de la semana wiinómana, esta vez sobre clásicos populares y legendarios. Take three…
-DONKEY KONG COUNTRY RETURNS (Nintendo). El año que viene cumplirá nada menos que tres décadas de vida y, desde luego, sigue igual de lozano y atlético que siempre. De hecho, tras algunos años inciertos, sobre todo desde la desaparición de GameCube, el gorila más famoso desde Maguila salta que es un primor a la Wii con este gran plataformas que rescata su esencia más mariófila y le concede una dimensión extra. Es una auténtica gozada comprobar cómo nuestro héroe supera niveles no muy largos pero tan intensos como el de los barriles-cañonazos, el césped agarrador, los balancines y muchos más. Y, por supuesto, contaremos con la ayuda de nuestro Junior a la chepa para batallar contra los enemigos habituales y algunos de nuevo cuño. Un juego estupendo y más complicadillo de lo previsto, aunque para eso también tendremos la Super Guía para echarnos un cable.
-SUPER MARIO ALL-STARS (Nintendo). Y hablando del rey de Roma, por la tubería asoma. ¿Qué mejor forma de celebrar el 25 aniversario del fontanero más mítico que con un pack rojo pasión de cuatro de sus juegos fundacionales? Nada menos que sus tres primeros «Super Mario Bros.» y «The lost levels», la continuación del juego original que nunca llegó a publicarse para la NES en Europa. Completan esta edición coleccionista un folleto que recorre su trayectoria con sus mejores diseños artísticos ochenteros, entrevistas con sus creadores y hasta un CD con las melodías y los efectos sonoros que han acompañado al crack hasta anteayer. En fin, un lujazo para nostálgicos y gourmets.
-TRON: BATTLE GRINDS (Disney). Para rematar esta terna, ahí va la versión Wii al hilo de «Tron: Legacy», secuela del seminal «Tron» que, como sabemos, se estrena mañana en cines. Para diferenciarse de sus otras versiones «Evolution», este «Battle grinds» rebaña la esencia original de la saga con un diseño que a algunos le parecerá muy retro y camp pero que a los de la vieja escuela nos encanta, qué vamos a hacer. Así, tendremos la posibilidad de competir hasta con otros tres jugadores en una serie de minijuegos casi olímpicos tales como carreras de motos de luz, tanques, carreras de quads, hiperbola y los famosos discos de luz. Pues eso, luminoso y osado.
PD. Tampoco nos olvidamos del último acelerón de otro icono del cotarro: Sonic. Véase el estupendo «SONIC COLOURS», donde utiliza la consola de Nintendo como un parque temático lleno de sus gadgets, obstáculos, desniveles, rampas y anillos de oro habituales. Hablando del erizo azul, nos hacemos eco del interesante concurso convocado por Sega y la Universidad Nebrija para que los alumnos den rienda suelta a su imaginación y creatividad alrededor del propio Sonic en la plataforma que deseen (pintura, dibujo, escultura, fotografía, 3D…). Las obras finalistas se expondrán en el Matadero de Madrid y los premiados obtendrán una beca de estudios y una colección de videojuegos de Sonic. El arte hecho videojuego y viceversa, vaya.