«Linterna Verde», con más luces de lo esperado

Antes de que empiece el gran baile la semana que viene con «Gears of War 3» y, confiemos, el análisis de «Resistance 3», que se está retrasando, querría repescar uno de esos juegos que son recibidos con gesto torcido y prejuicio a flor de piel: «Green Lantern (Linterna Verde): Rise of the Manhunters». Sobre todo, por estar basado en un blockbuster hollywoodiense de «perfil bajo» y tener como protagonista a un superhéroe que muchas veces, en la escala del alipori, solo está por encima de Aquaman y de Miguel Noguera disfrazado de SuperBoomer. Pero, como somos profesionales ante todo, hacemos de tripas corazón y, con la mejor de nuestras intenciones y sonrisas, depositamos el CD en el lector de nuestra Xbox 360 a ver qué pasa. Y, oye, pasa que no está nada mal el juego. Empieza algo renqueante, eso sí, repetitivo y con sabor a arcade ochentero. Pero, cuando empezamos a temernos lo peor, en vez de convertirse en un «Superman 64», le entra en el cuerpo el demonio de «God of War» y, martillazo o bate en ristre, la emprende contra unos enemigos de dificultad creciente en medio de unos escenarios cada vez más detallados y atractivos. Y, entre medias, algunas curiosidades como fases aéreas de lo más simpáticas o líneas de diálogos donde la retranca de Hal Jordan queda muy bien reflejada. Todo ello, con un apartado gráfico y FX más que aceptable (notable en ocasiones) y un espíritu lúdico y desinhibido que se agradece después de las connotaciones elevadas de, por ejemplo, «Deus Ex». Lástima que la duración sea escasa pero, qué demonios, quién nos iba a decir que se nos haría corto cuando empezamos la partida. De hecho, sirve para esperar el «Batman: Arkham City» (también de Warner Interactive, por cierto y nada casualmente) con un estupendo sabor de boca.

Lo que queremos decir con esto es que, en ocasiones (o casi siempre) una idea (negativa) preconcebida es el camino más corto para besar el suelo estrepitosamente y perderse un buen rato sin más ni menos. Y, hombre, cierto que los juegos basados en licencias peliculeras y/o comiqueras van con lo justito más veces de las deseables, pero de cuando en cuando nos llevamos una sorpresa. Recuerdo la buena adaptación de «Donde viven los monstruos», que ampliaba el ideario y territorio de la genial película de Spike Jonze, por no hablar de la versión de «The Warriors», notoriamente superior al filme de Walter Hill. Pues eso, nada de caer en el síndrome «orejas de trapo», como decía Mike Oldfield. Ah, y un último dato: mientras «Linterna Verde», la película, se lleva un 39 sobre 100 (según una cuarentena de críticas recopiladas en Metacritic), «Linterna Verde», el videojuego, se lleva un 61 sobre 100. Personalmente, yo le he dado una estrellita sobre cinco a la cinta, sin duda la peor del verano, y eso que Ryan Reynolds me cae bien.

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