«The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D», gran esencia en frasco pequeño

Todo el mundo al reclinatorio porque Nintendo ha tenido a bien sacar la alfombra roja a pasear repescando para la 3DS el que, para muchos, es el mejor juego de todos los tiempo, así, como suena. Y es que, desde que nació allá por 1998 en territorio N64, esta joyita ha pasado por todas las consolas de sobremesa de la casa, desde la GameCube a la Wii pasando por la china iQue. Y ahora le ha tocado el turno a la nueva perla tridimensional portátil, en una versión convenientemente adaptada a sus características y filosofía. Así, «The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D» le añade al clásico la profundidad y el realismo de unos impresionantes gráficos 3D para que su inmortal historia luzca como nunca.
Una historia que nos presenta al heroico Link embarcándose en un periplo de leyenda a través del tiempo para detener a Ganondorf, el rey de los ladrones Gerudo, quien anda detrás de la pista de la Triforce, una reliquia sagrada que otorga poder ilimitado a su poseedor. A través de este hilo, podremos disfrutar de las múltiples ramificaciones argumentales y los guiños fabuladores que constituyen la armadura brillante de todo un hito en la industria, fuente de la que siguen bebiendo tantos y tantos aprendices y hasta maestros del género de la aventura gráfica y el rol con fundamento.
Ahora, una intuitiva interfaz mejorada, combinada con la sencilla navegación que ofrecen los gráficos tridimensionales, y un control exquisito para manejar objetos y armas, nos proporcionarán más control a la hora de resolver puzles, viajar en el tiempo y explorar este envolvente mundo, no importa si somos veteranos o noveles en Hyrule. Lo dicho, uno de los revulsivos que necesita la 3DS, que empezó fuerte pero últimamente anda más parada que un caracol con lumbago. Claro que cuando llegue el ansiado Mario este verano, todo resuelto. Como siempre, vamos.

PD. Por cierto, hoy también llega a la consola «Naruto 3D», estreno del carismático ninja pelopincho en territorios tridimensionales. Otro empujoncito más, porque los fans de este mozo son legión.

PD 2. Y, volviendo a Zelda, resulta que Robin Williams es tan fan de la saga, desde sus primerísimos tiempos hace casi cuarto de siglo, que bautizó a su hija precisamente así: Zelda Williams. Ahí tenemos al papá y a la niña dándole a la 3DS. De hecho, van a protagonizar la campaña publicitaria europea del juego en plan familiar. Mejor que Busta y señora con los perritos…

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