De magos, superagentes y pingüinos

Siguen saltando, como palomitas en una campana caliente, diversos títulos con ADN peliculero y con aceptable (a veces hasta notable) resultado final, como vimos hace unos días con «El Señor de los Anillos: La Guerra del Norte». Veamos un trío garboso y de reciente acuñación.

* «LEGO HARRY POTTER AÑOS 5-7». Si la primera parte dejó buen sabor de boca, esta aún más y mejor. Warner ha encontrado una excelente forma de revitalizar una franquicia ya extinguida (incluso antes de que acabara su ciclo en la pantalla grande). Abandonando la engorrosa oscuridad de los filmes, el juego se centra en la diversión puzlera y plataformera pura y dura (curioso que la primera escena tenga lugar en un parquecillo con columpios, aunque nuestro héroe ya sea todo un hombrecito). Fantásticos escenarios (algunos, eso sí, muy inspirados en la primera entrega) en los que descubrir mil y un trucos ocultos y piezas mágicas, un aspecto gráfico intachable, mucho humor incluso autoparódico, generosa duración y una cantidad ingente de personajes a los que manejar según el nivel y el desafío propuesto redondean un título realmente gozoso, aunque esperemos que no expriman la fórmula demasiado.

* «GOLDEN EYE RELOADED». Curiosa la trayectoria de «Golden Eye» en el mundillo jugón. Tras ser uno de los mejores títulos de finales de los 90 con esa imborrable versión en N64, y tras gozar de continuaciones más o menos encubiertas («Perfect dark» o «El mañana nunca muere») su resurrección casi una década después no pudo ser más controvertida (ese híbrido y hasta putativo «Agente corrupto» de infausto recuerdo). Por suerte, la franquicia remontó sobresalientemente el vuelo la temporada pasada para Wii y, ahora, retoma en Xbox 360 y PS3 la esencia de aquel mítico título de Rare: adrenalina a manos llenas, brillante combinación entre shooter en primera y tercera persona, múltiples escenarios y misiones con la garra característica de las últimas entregas de la saga en cine (por supuesto, el protagonista sigue siendo Daniel Craig). novedades interesantes (modo pantalla dividida en cuatro, compatibilidad con el mando PS Move, online para 16 jugadores…) y un ramillete de villanos míticos (Scaramanga, Goldfinger, Tiburón, Baron Samedi…) también armados hasta los dientes, sobre todo Jaws. Lo dicho, un juegazo de agárrate y no te menees.

* «HAPPY FEET 2». Y, para cerrar la terna, un juego más simpático que el vídeo de Charlie mordiendo el dedo a su hermanito, que llega a las consolas coincidiendo con su estreno en salas de cine. La peli aún no la he visto, pero el videojuego tiene la gracia y el salero de poner una pica en un nuevo subgénero: la conga-plataformera-hamelinesca, ya que nuestra misión inicial será recolectar colegas pájaros bobos por escenarios helados (aquí la variedad es limitada, claro) con los que echarse unos bailecitos mientras recogemos por el camino notas musicales, como Pulgarcito con las migas de pan. Sencillo pero efectivo, al menos para los más pequeños de la casa, a los que va dirigido el juego. Unos gráficos vistosos, incluso en sus resortes más modestos y 2D (también hay versión para la 3DS), y amplia gramola de melodías y charadas completan un título cuya única nota negativa está en el hecho de que ha servido de testamento para el estudio australiano KMM Brisbane, que ha cerrado sus puertas como otros tantos en las Antípodas. Mala suerte.

En fin, que la conexión cine-videojuego no anda tan mal últimamente. ¿Cómo le irá al vaso comunicante videojuego-cine? Eso, la semana que viene, si Dios quiere.

. Leer artículo completo en Frikipandi De magos, superagentes y pingüinos.