La sombra de las dos magníficas entregas de «Arkham» va a planear sobre Batman una buena temporadita, al menos en territorio consolero. Ya se sabe, la estética truculenta, pintarrajeada, setentera, algo mochales…Poco que ver con el oscurantismo peliculero tan de los 90 y, desde luego, a años-luz de los bocadillos camp de sus correrías en los 60, cuando iba de la manita de Robin. Cómo cambian las modas… Aunque lo importante es que la esencia permanece. Todo esto viene a cuento de «Gotham City Impostors», título que el próximo día 7 llena de confetti pica-pica el territorio PC (y al siguiente la PlayStation Network y Xbox Live). La filosofía del juego está basada en la charlotada y la mentira, así que más actual y prometedor no puede ser. En concreto, la idea de cambiar de piel e identidad creando nuestros propios héroes y villanos, Batmans y Jokers, policías y ladrones, gracias al generoso abanico de opciones de customización, algunos recién salidos del guardarropa del sombrerero loco (o de Ághata Ruiz de la Prada, a lo peor). Aparte del baile de máscaras, el otro punto fuerte del juego es el escenario, una Gotham City donde reina el caos y la anarquía más alegre y dadaísta, un campo de batalla perfecto para que hasta 12 jugadores se lancen con la sonrisa de oreja a oreja y los nudillos chispeantes, como un cruce entre «The Warriors» y el circo de la familia Pilo. ¿Quién le iba a decir al viejo Hombre Murciélago que a sus casi 73 castañas iba andar marcando estilo? Larga vida al shooter impostor y algo impostado.