«One Piece Unlimited Cruise SP», otra de piratas

Ah, los fans. ¿Qué sería del mundo sin ellos? El mundo y nuestro mundillo consolero, claro, que por algo uno de los escasos (y no por ello menos brillante) ensayos aplicados al sector se llama «Fans, blogueros y videojuegos». Por supuesto, el territorio fanático por excelencia, en cuanto a cultura de masas se refiere, es Japón, una turmix multidisciplinar con un grado de osadía y desinhibición tal que permite que, por ejemplo, una pandilla de piratas que no desentonarían en un circense esquinazo entre «El chavo del ocho» y «Humor amarillo» accedan a la categoría de fenómeno mediático. Y no es cosa ni flor de un día, porque «One Piece» se remonta al «lejano» 1997, cuando Eiichiro Oda dio a luz un anime burbujeante que ha tenido 61 volúmenes de descendencia, y medio millar de capítulos televisivos. Evidentemente, el sector del videojuego no podía quedarse con los brazos cruzados: las adaptaciones se fueron sucediendo y, alguna, llegaba a territorio occidental. Por ejemplo, «El tesoro bajo las olas» versión Wii, que ahora se «remakea» en 3DS con este «One Piece Unlimited Cruise SP». El abordaje se ejecuta en toda regla, con la carismática cuadrilla bucanera encabezada por Monkey D. Luffy y Shanks, y completada con los Piratas del Sombrero de Paja (atinado nombrecito), que tendrán que peinar un puñado de islas para capturar tesoros ocultos y liquidar a enemigos de toda índole, desde espadachines hasta una especie de golems de arcilla. Todo, hilado en un argumento generoso en diálogos y donde podremos contemplar in situ y en su salsa la curiosa naturaleza de unos héroes de lo más rocambolesco (el Jack Skeleton con peinado afro, casaca austrohúngara de los domingos y agujas de punto gordo como armas me llegó al alma especialmente, para que luego digan del excéntrico Sparrow). Un buen puñado de ataques y combos (que se despliegan principalmente en el modo duelístico «one on one»), un 3D educado en colegios de pago, unos jefes finales sin prejuicios y algún golpe de humor marca de la casa le ponen el birrete a un juego que, efectivamente, está telegrafiado para el disfrute de los incondicionales de la saga, con sus personajes, sus desbloqueos, sus extras y sus zarandajas. Para el resto, entretenido, que tampoco está mal. Aunque, eso sí, a veces nos deja de «una pieza», parafraseando su título…

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