De la entente Square Enix, n-Space y Nintendo, a priori, no podía salir nada malo. Y a posteriori tampoco. Porque «Heroes of ruin» le da un puñetazo sobre la mesa a los dominios del RPG de acción, género complicado y escurridizo donde los haya, consiguiendo un más que notable ejemplo de historia intensa, personajes con chicha y escenarios sugestivos. La cosa arranca en el mejor sitio posible: los bajos fondos de la ciudad de Nexus, un hervidero de mercenarios, traficantes de armas, buscavidas y demás gente de mala calidad que tendrán que unir sus fuerzas para intentar conservar la paz tras décadas de guerra, ahora amenazada por un maleficio caído sobre su fundador y una maléfica alianza. Empezamos la aventura como mandan los cánones del género, eligiendo uno de los cuatro personajes disponibles: pistolero, vindicador, alquitecta y salvaje. seguidamente, le añadiremos todas las características físicas que se nos ocurran y ya está listo para aventurarse por esos territorios de Dios, plagados de cangrejos gigantes, tortugas con pico de halcón o diablillos orejudos (y eso es solo el principio). Porque una de las características esenciales del juego será el mundo en que nos moveremos, un lugar dinámico con paisajes cambiantes, nuevas rutas y personajes (casi siempre enemigos) que surgen por sorpresa. Otro factor esencial consiste en su notable sensación de interactividad y conexión con el jugador gracias al feliz uso de las características de la 3DS. Así, con la función Spot Pass recibiremos a diario desafíos y contenidos exclusivos, mientras que con la StreetPass podremos intercambiar objetos con otros jugadores, aparte de desbloquear cantidad de gadgets extras. A esto hay que añadir la jugabilidad en solitario o formando grupo en modo local o en línea en cualquier momento de la aventura con hasta tres amigos, con ataques sincronizados con el micrófono de la consola. Múltiples misiones y tareas, amplia capacidad conversacional con los variopintos personajes del lugar y un arsenal de más de 80.000 armas, armaduras y objetos por descubrir a lo largo de unos territorios bellamente pintados con merced a los gráficos en 3D estereoscópico de la consola, lo que también otorga un plus de espectacularidad a los combates. Más de diez horas de diversión y entretenimiento muy bien invertidos.