«Clic, clic, photograph, photograph…». Igual que en el mítico sketch de Eric Idle, seguimos disparando y cazando fantasmas tan ricamente, esta vez ya en territorio Wii, donde acaba de asentarse «Project Zero 2», el reverso (aún más) tenebroso del «Spirit Camera» que veíamos ayer. Las claves son más o menos parecidas y conocidas: abrir de par en par el obturador y captar el terror más puro imaginable, ese que nos va reptando por la columna vertebral y se nos pega al tuétano como una lapa. En este caso, las protagonistas serán Mio y Mayu Amakura, unas gemelas que ríete de las de «El resplandor» (aunque más monas, eso sí) que se encuentran perdidas en una aldea maldita repleta de espectros, seres inquietantes y presencias tenebrosas surtidas, aparte de oscuros secretos que las relacionan directa y pretéritamente con tan misterioso entorno.
Como es lógico, toda la acción y el escalofrío se concentra en el pueblo de turno, la aldea Minakami, tanto por sus bosques y montes como dentro de sus caserones y mansiones encantadas, donde nos toparemos con innumerables secretos y amenazas, alguna mariposa carmesí, y múltiples objetos para encajar los puzles del misterio. Aunque, sobre todo, tendremos que lidiar con enemigos espantosos ayudados por nuestra cámara oscura y su buena puntería.
En suma, una reedición del clásico de 2004 que se acopla brillantemente a las características gráficas y de manejo de la Wii, con un clima terrorífico en ocasiones difícilmente soportable (aquí sí que podremos jugar de noche) y con el modo extra Casa embrujada para explorar todo tipo de espíritus cabreados y ululantes. Y si después de jugarlo descubres un mechón de canas en tu cabellera, no te extrañe en absoluto. Un poco de Grecian 2000, y a seguir pasando miedo.
. Leer artículo completo en Frikipandi «Project Zero 2», la fotógrafa del pánico en la aldea maldita.