«Sleeping Dogs», amarillo feroz



Categorías: Juegos
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La verdad que lo más cuestionable de este juegazo es,a priori, su paradójico título: ¿perros durmiendo? ¿Y cómo serán los animalitos cuando despierten con malísimas pulgas? Porque, la verdad, hacía tiempo que no habíamos visto un título tan enrabietado y tan mordedor (no solo ladrador) como esta producción de Square Enix que se aparta con mucho garbo de sus tónicas habituales para servirnos un aguardiente de sake en vaso largo. Así, «Sleeping Dogs» es un fenomenal sandbox al que algunos le han colgado la etiqueta de «GTA Hong Kong City» con muy buena intención. Estamos ante una historia subyugante y con más tentáculos que el pulpejo de «Prometheus», con una ambientación perfecta y, sobre todo, con una vertiente combativa y marcial memorable, fruto de la colaboración de Georges St-Pierre, campeón mundial de artes marciales mixtas. El argumento nos pone en la piel guerrera de Wei Shen, poli de la secreta que se infiltrará en las peligrosas tríadas hongkonesas para hacerles cosquillitas en la panza.

A través de una estructura concéntrica y laberíntica, nuestro protagonista conocerá desde dentro su modus operandi, sus tradiciones ancestrales y sus manías y cosillas, así como sus pintorescos personajes. Aparte de la lucha pura y dura, lo más destacado del juego es su excelente vitalidad y realismo urbano, una interacción con la ciudad que tiende sus hilos con los hits de RockStar (véanse los pisos francos, el GPS, los taxis, los Quick Time Events, las apuestas y carreras ilegales, los minijuegos el coleccionismo de objetos desperdigados, en este caso 150 altares…) pero con un plus de peligrosidad y creatividad que se demuestra, por ejemplo, en las estupendas secuencias al volante a lo «Need for Speed».

Por no hablar de su rejugabilidd, ya que sus 14 ó 15 horas de duración pueden fácilmente multiplicarse por diez gracias a la cantidad ingente de misiones secundarias, algunas llenas de imaginación e ironía. En realidad, más que un remake de «GTA IV» estamos ante una recreación del universo abierto de par en par que toma lo mejor de cada género y lo agita en una coctelera prodigiosa. Ojo también a los contenidos de la edición limitada y los descargables, que le añaden más leña al fuego. Lo dicho, cinco estrellas al canto y que no decaiga la gresca.

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