Desde el lejano pero icónico 2001 no sabíamos prácticamente nada de «XCOM», estupenda saga de estrategia galáctica creada allá por 1994 por Julian Gollop y que ayudó a impulsar y poner al baño maría un subgénero que, con el transcurso de los años, se iba a convertir en uno de los estelares, nunca mejor dicho. Ahora, la franquicia resucita gloriosamente de la mano de 2K con «XCOM: Enemy Unknown», un solidísimo entramado ufo y batallador y con grado de dificultad bastante exigente que hará las delicias de los soldados veteranos y demostrará a los recién llegados que en los tiempos heroicos no se andaban con chiquitas. La mecánica es aparentemente sencilla: los gobiernos de la Tierra arman filas entorno a una organización paramilitar ultrasecreta, XCOM, con vistas a liquidar un ataque extraterrestre con muy mal vino. Así, tendremos que combatir por todo el planeta a lo largo de 70 misiones que, aparte de gatillo fácil, nos obligarán a agudizar nuestro ingenio táctico para negociar con los gobiernos implicados. Esto es, una parrillada completa de ataque por turnos, con un combate aéreo de quitar el hipo y un dispositivo gráfico de altura (ojo al look cinematográfico, toma nota Ridley Scott). También podremos gozar de esa agradable sensación de los remakes abordados con arte y sensibilidad fan, con ese sentido del humor tan característico de la serie y sus carismáticos personajes (son todos los que están, al menos), a los que podremos personalizar a nuestro antojo gracias al amplísimo editor con todo tipo de detalles físicos. Unos enemigos nada pequeños, desde los sectoides a los Hombres Delgados, pasando por las crisálidas, numerosas y muy bien ingeniadas opciones de táctica militar y y diplomáticas y modos online notables. En fin, una resurrección modélica y un juegazo a la antigua usanza, que cualquier tiempo pasado fue… diferente (vamos, mejor).