Hace un par de años, una de las mayores atracciones de la presentación de Kinect en Madrid (grandes instalaciones, mejores canapés) fue bajar a las coquetas catacumbas para probar «Dance central», un juego bailongo y marchoso que, desde luego, era la mejor piedra de toque para comprobar las eficacias y hasta prodigios del sensor. Incluso nos arrancamos con un par de bailoteos discretos, ahora que casi nadie nos oye. El año pasado llegó la secuela y, con más puntualidad británica que el reloj de cuco de David Niven, hoy toma pista «Dance central 3» también de la mano de Harmonix. que es lo más parecido a la Motown para el subgénero musical jugón. Como tampoco es cuestión de cambiar el pentagrama maestro de una de las franquicias estrella de Kinect, la arquitectura sigue siendo parecida, con especial fijación a la evolución discotequera de los 70 a la actualidad, pues de hecho el modo historia consiste en investigar a un grupo de bailarines de las últimas cuatro décadas para convertirnos en una especie de superTony Manero, mezclado con Michael Jackson y Justin Timberlake y, de paso, derrotar a un villano de lo más extravagante y explotaition, el malvado Dr. Por tanto, tendremos un excelso entramado visual de lo más eléctrico y neónico, con escenarios y pistas de baile que hubieran hecho crujir de envidia a los propietarios de Studio 54. Eso sí, la dificultad es algo mayor, pues nuestro avatar virtual baila que se las pela, y no se salta ni una a la hora de reproducir los movimientos, de nuevo con una fidelidad asombrosa gracias a un sensor cada vez más «sensible».
Y, para desengrasar entre sesión y sesión, nada mejor que probar algunos divertidos minijuegos en el modo duelo «make your move», donde podremos desarrollar nuestra propia coreografía. También contaremos con un modo fiesta para ocho jugadores, que se moverán al son de los 40 éxitos disponibles, elegidos con mucho criterio: 50 Cent, Black Eyes Peas, Backstreet Boys, Gloria Gaynor, Jennifer López y su colega Pitbull, Katy Perry, Christina Aguilera, Village People, Vanilla Ice… y hasta Los del Río con su «Macarena» versión «Boyside Boys Mix» (estos tíos podrían forrar la Gran Muralla China con los royalties de su invento). Y, cómo no, también podremos aumentar la discografía con contenidos descargables. Lo dicho, un juego imprescindible para los que se precien de mover el esqueleto cual coctelera de Chicote. E incluso para los que más bien disfrutamos casi igual viendo los toros desde la barrera. Que dos años se notan.
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