En vez de tanto rollo samurái, lo que tenía que hacer Fernando Alonso antes de su última batalla para el título (aparte de ponerle alguna vela a Santa Rita) es relajar el gesto y los nervios del pescuezo echando unas partiditas a «F1 Race Stars». Porque a un mundillo tan hipermilimetrado y controlado como la Fórmula 1 le viene que ni pintado un juego como éste, arcade caricaturesco que recuerda al espíritu cartoon del recordado «NBA Jam» y que nos permite meternos en la piel y el casco de los principales pilotos del mundial (más alguna sorpresa curiosa) para competir en una decena de circuitos a lo largo y ancho del mundo, inspirados en los reales pero con extra de montañas rusas, desniveles, toboganes, tramos submarinos y todo tipo de diabluras y birlibirloques que convierten cada carrera en una locura de lo más simpática.
Como mandan los cánones del género (kart, desde luego), también tendremos habilidades y pluses añadidos (fijapompa, ondulapompa, tormenta, nubarrón, turbotella…) para chinchar al prójimo y disfrutar de un extra de energía. Un look muy atinado para la propuesta de marras (tanto los gráficos de los escenarios como la pinta y hasta el rictus personal de los pilotos), opciones multijugadoras de lo más divertidas, grado de dificultad creciente y gadgets generosos para mantener la emoción de las carreras hasta el final hacen de este título un inmejorable aperitivo antes del banderazo final del campeonato. Ah, y nos encanta que se hayan acordado del bueno de Pedro de la Rosa. Que la Fórmula 1 también tiene su corazoncito…
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