«MAX PAYNE 3». Como siempre, RockStar no decepciona. Tal vez el gran animador del primer trecho de 2012 fue esta reinvención de una saga que había entrado en crisis crónica. Un poco de nitroglicerina «noir», un libre albedrío doblemente armado y un nivel de detalle e interacción redondean esta alucinante inmersión del minotauro Max en el laberinto de las favelas. Hasta el «tiempo bala» nos encanta. Junto con «Borderlands 2», el dúo más dinánimo, asilvestrado y diabólico del año.
«MASS EFFECT 3». También nos dejó la mandíbula desencajada y de par en par el épico finiquito de una de las sagas más inolvidables de los últimos tiempos. Una apoteosis final llena de poesía antigravitatoria, apocalipsis cósmico y todas las hipérboles galácticas que se nos ocurran. Hondo, complejo y profundo. Y, como en los buenos, con un desenlace exigente y al alcance de no todos los paladares. Con permiso del sugerente y espectacular «Journey», uno de los indiscutibles «must» de 2012 en el terreno fantástico.
SHIGERU MIYAMOTO. Sin duda, el nombre propio del año. No solo por sus logros tecnológicos sino, sobre todo, porque al fin obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Un reconocimiento justo para el creador de buena parte del ADN de esta industria, sino también necesario para quitar las telarañas y prejuicios a más de uno. Y él lo celebró como mejor sabe: aumentando su familia con juegos como «Super Mario 3D Land», «New Super Mario Bros 2», «Paper Mario Sticker Star»…
PS VITA. Con permiso de la Nintendo 3DS XL, la portátil del año. Ligera, bonita y con abundantes posibilidades táctiles y jugonas. Empezó un poco al ralentí, pero mes a mes ha ido ganando musculatura, para terminar el año con auténticas maravillas como «All-Stars: Battle Royale», «Oddworld: Stranger’s Wrath», «Assassin’s Creed III Liberation», «Lego El Señor de los Anillos» o «Little Big Planet». Aparte, la PSP también sigue gozando de buena salud gracias a títulos tan efervescentes como «Geronimo Stilton regreso al reino de la fantasía» o «Phineas y Ferb a través de la segunda dimensión», ambos con la sangre española de Virtual Toys.
«HALO 4». Otro acontecimiento (para algunos, el más atronador) fue el renacimiento del Jefe Maestro en un título que es el arranque de una trilogía que promete ser la piedra angular de la nueva Xbox. Un modo campaña espectacular, villanos insospechados (empezando por el enemigo interior que vive dentro de nuestro héroe), tecnología a punta pala y un escenario majestuoso convierten a «Halo 4» en una experiencia «bigger than life», como quien dice.
«DISHONORED». En el tramo final del año la cosa se animó, con grandes títulos como «XCOM», «Spec Ops: The line», «Medal of Honor Warfighter», «Far Cry 3», «Resident Evil 6», «WoW mists of Pandaria», las nuevas entregas de «Assassin’s Creed» y «Call of Duty», y bólidos como «Forza Horizon» o «Need for speed most wanted (Ed. limitada)». Pero entre todo este bendito tumulto sobresale un titán steampunk llamado «Dishonored» con argumento y puesta en escena irresistibles y que tapa unas cuantas bocas sobre la presunta crisis de los títulos en primera persona.
«NBA 2K13». Incluso sin competencia a la vista, 2K sube su listón y consigue, de largo, el mejor videojuego de baloncesto de todos los tiempos, y el título deportivo del año (con permiso de «FIFA 13», que sigue líder en solitario). El zascandil Jay Z le proporciona un chute de vanguardia con fundamentos y reverencia old school (fue él personalmente quien convenció a Scottie Pippen para completar el dream team de Barcelona 92), a añadir a unos gráficos y una jugabilidad perfectas. De propina, comentarios en castellano y all-star weekend. Y ojo a la versión Wii U, también de lujo.
«WONDERBOOK». El periférico del año y algo más. O mucho. Tirando del hilo de la imaginación, PlayStation 3 saca de la chistera un invento mágico que aprovecha las posibilidades de la Realidad Aumentada para presentar el hardware más revolucionario (o con más posibilidades) desde Kinect. El primer capítulo, «El libro de los hechizos» ya nos ha descubierto lo que puede dar de sí una idea tan infalible como meterte literalmente en las páginas de un libro fantástico y comprobar cómo cobra vida a nuestro alrededor. Se esperan con ansiadad sus siguientes entregas.
WII U. La última joya de la corona de Nintendo. La consola a otra consola pegada. El paraíso de los casuals y, caramba, también de los gamers («ZombiU», «Black Ops 2», «Batman Arkham City», «Darksiders II»…). Capitaneada, como no podía ser de otra forma, por Mario y sus huestes, la Wii U es una apertura de campo y ensanche de horizonte con todas las letras. Protagonista indiscutible de las cartas a los reyes magos, será en 2013 cuando dé su auténtico do de pecho con juegos como «Pikmin 3» o «Animal Crossing: New Leaf».
«¡ROMPE RALPH!». ¿Cómo olvidarnos de la película con la que estaba soñando durante años cualquier jugón veterano? Recién aterrizada en la cartelera, esta maravilla de Disney (para más de uno, la mejor cinta de animación de la temporada) es un rendido, inteligente y divertido homenaje a los salones recreativos más míticos e históricos, aparte de toda una reflexión sobre la difícil adaptación y selección natural que preside un sector tan exigente como éste. «Rampage», «Space invaders», «Street Fighter», «Out run», «Centipede», «Tapper»… Sin vosotros, nada de esto sería posible.