¿Qué decir de «Aliens» que no se sepa ya? Si hasta Ridley Scott ha hablado de más con «Prometheus»… Pero esto es otra cosa, nada de material de relleno sino «chicha» pura y dura. Porque Sega ha conseguido que «Aliens: Colonial Marines» tenga alma de secuela cinematográfica como mandan los cánones. Y es que los reputados guionistas Bradley Thompson y David Weddle, que han urdido un argumento escalofriante donde tendremos que calzarnos las botas marines para salvar al mundo de un ataque extraterrestre aterrador. Desarrollado por Gearbox Software, el juego nos sitúa en una nave abandonada, desde donde lidearemos a un grupo de soldados de élite en una misión plagada de terror psicológico (y del otro) y un clima de angustia casi indescriptible, y con una conspiración galáctica de fondo, por si fuera poco.
Como se puede comprobar desde el primer vistazo, el juego tiende lazos de lo más fornidos con la pantalla grande, tanto por las armas clásicas que llevaban la teniente Ripley y compañía en el cine, como por entornos sobradamente conocidos por los fans, como Hadley’s Hope, el Sulaco y LV-426. Pero ojo que también hay novedades en cuanto armamento y escenarios. Además, nos permite ponernos en la piel de un marine (en primera persona) o de un xenomorfo (en tercera), y así duplicar la experiencia batalladora desde diversas perspectivas.
Un generoso sistema de mejoras para ampliar nuestra habilidad, un control de lo más ajustado (incluso en la versión Wii U, también disponible) y un sonido que logra multiplicar el suspense y la carne de gallina hacen de este juego una vuelta a los orígenes de una de las sagas más terroríficas de todos los tiempos. También destacan poderosamente los modos multijugador, con nombres tan sugerentes como Exterminio, Escape, Superviviente o Duelo a muerte por equipos, con los que ningún xenomorfo se nos resistirá. En fin, un juegazo que llenará de gozo a los fans, y también al resto de gourmets terroríficos. Bicho malo nunca muere…
. Leer artículo completo en Frikipandi «Aliens Colonial Marines»: ojo con el bicho.